Más de un año después, en diciembre de 2019, su nombre reapareció, pero esta vez vinculado a la llamada Operación Aurora, en la que participaron indígenas armados del municipio Gran Sabana supuestamente bajo el comando del exsargento de la Guardia Nacional, Darwin Balaguera. Su objetivo era el asalto y toma de unidades militares, empezando por el Batallón 513 Mariano Montilla, en Luepa, a dos horas y media de Santa Elena de Uairén. Pero no tuvieron éxito.
“En la madrugada de hoy, fue asaltada una unidad militar al sur del país, por sectores extremistas de la oposición, siendo sustraído un lote de armas de dicha unidad”, escribió en Twitter el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en alusión al robo de 112 fusiles AK-103 y municiones. Al menos 13 indígenas del pueblo pemón fueron detenidos y recluidos en El Rodeo II, una cárcel del centro del país, cerca de Caracas, a 1.204 kilómetros de distancia de los territorios de los que eran oriundos.
A Antonio Andrés Fernández Soto, Toñito, se le señaló entonces como presunto financista de la asonada, un elemento más que acicateó su búsqueda. Pero Toñito se había adelantado a tramitar desde 2018 su refugio en el vecino Brasil, estatus que le concedió en 2019 la administración del presidente Jair Bolsonaro, enemigo jurado del gobierno chavista de Caracas.
Operando ahora desde Brasil, a Toñito se le imponía un desafío: rediseñar y activar una ruta para el oro, que seguía extrayendo desde Chirikayén, pero que transitara por Brasil. Para llevarlo a Estados Unidos, tenía que arreglárselas para hacerlo pasar por legal. La manera que adoptó para ello sería la primera de una seguidilla de singularidades que llamaron la atención de las autoridades brasileñas.
Tremens Metals LLC contrató a la empresa brasileña Union Security para prestar el servicio de vigilancia, seguridad y transporte del oro. No en cualquier unidad, sino en camiones blindados.
Toñito respaldó la supuesta legalidad de la exportación con la factura comercial de BM Gold, C.A. a Tremens Metals LLC, una lista de embalaje, la guía de traslado desde la comunidad indígena Chirikayén –que la defensa de Fernández gusta describir como “la guía emitida por la autoridad venezolana”– y el viejo certificado de admisibilidad de entrada y entrega inmediata en la Aduana de Estados Unidos. También adjuntó el certificado de actividad económica (compra y venta de oro) de Tremens Metals LLC, emitido en Miami. Pero del Banco Central de Venezuela (BCV), el ente al que por ley debe venderse el oro extraído en Venezuela, no aparecen permisos.
El plan era que Union Security recogiera el oro en la aduana de la localidad brasileña de Pacaraima y lo trasladara al recinto aduanero del Aeropuerto Internacional Atlas Brasil Cantanhede, en Boa Vista, para su embarque “inmediato” en la aeronave de matrícula norteamericana, con escala en Brasilia o Manaos, y destino en Fort Lauderdale. Para este vuelo de febrero de 2020, la aeronave contratada era la N27TZ, propiedad de Sparrow Aircorp Inc por un precio de 28.500 dólares, según indica la factura de taxi aéreo.
El régimen especial de tránsito aduanero permite el transporte de mercancías, bajo control aduanero, de un punto a otro del territorio, con suspensión del pago de impuestos, de acuerdo a lo establecido en el Decreto Nº 6.759 del gobierno brasileño. Por esa modalidad podían transitar por territorio brasileño, sin generar aranceles, mercancías provenientes del exterior pero destinadas a una exportación posterior.
Toñito pretendía acogerse a esa excepción: el paso por Brasil de oro proveniente de Venezuela y destinado a Estados Unidos. Bajo esta modalidad de tránsito aduanero, sólo debía notificar a las autoridades sobre el cargamento presentando una Declaración Electrónica de Bienes del Viajero (e-DBV), cual pasajero en tránsito aéreo internacional. Pero el transporte de mercancías en los modos de tránsito únicamente puede ser realizado por una empresa autorizada para el transporte internacional y esto es precisamente lo que no tenía Union Security que, sin embargo, intentó sin éxito conseguir la habilitación.
Alegando falta de equipamiento, seguridad e infraestructura para el almacenamiento de valores, las autoridades aduaneras en Pacaraima y Boa Vista no dieron su visto bueno a la operación y, por lo tanto, tampoco a la habilitación de Union Security para el tránsito aduanero. “La operación que pretenden los peticionarios es muy delicada y crítica, principalmente porque ya existen antecedentes de robo de carga de alto valor en aeropuertos más grandes, que a su vez tienen una gestión de seguridad mucho más compleja que el Aeropuerto Internacional de Boa Vista”, advertía en junio de 2020 André Romero, abogado de la Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero) en Roraima.
La maniobra, argumentó por su parte el abogado defensor Shiska Pereira en un escrito incluido en el expediente judicial, se intentaba porque “la vecina Venezuela no autoriza el aterrizaje, despegue y mucho menos el sobrevuelo de aeronaves comerciales, regulares y no regulares de carga y de pasajeros, vuelos, y tampoco de taxis aéreos o aviones particulares registrados en Estados Unidos”, debido a las sanciones impuestas por el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump a partir de 2017 y, particularmente a las exportaciones de oro venezolano, desde 2018.
En efecto, con el trayecto por Brasil, Toñito intentaba esquivar la orden ejecutiva 13850 del 1 de noviembre de 2018, firmada por Donald Trump, que prohibió a las personas y entidades estadounidenses comprar oro de Venezuela, con el objeto de impedir al gobierno de Nicolás Maduro obtener recursos de la extracción aurífera. En marzo de 2019, Washington sancionó a la estatal aurífera Minerven y a su presidente, Adrián Antonio Perdomo Mata. “Maduro y su red ilícita están haciendo un mal uso de las operaciones de extracción de oro de Venezuela como otra forma de robarle al pueblo venezolano después de haber administrado mal y saqueado la industria petrolera venezolana que se desmorona”, señaló la nota de prensa oficial en ese momento.
“Perseguiremos agresivamente a los involucrados en el imprudente comercio ilícito de oro de Maduro que está contribuyendo a esta crisis financiera, humanitaria y ambiental”, dijo entonces el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin.
Así, con un fardo de sanciones detrás y documentación escasa por delante, Union Security y Tremens Metals LLC habían convenido un contrato de un año (del 30 de diciembre de 2019 al 29 de diciembre de 2020) que establecía un límite máximo de dos operaciones de transporte semanales punto a punto. Intentaron ir más allá al tratar de obtener un permiso para el transporte internacional de carga con blindados entre Pacaraima y Santa Elena de Uairén. No contaban con que el uso de transporte de valores no está comprendido en los convenios bilaterales.