En cuanto a la población joven, ¿considera que las nuevas generaciones poseen una perspectiva optimista de la vida?
-Tenemos una generación de jóvenes desesperanzados. También hay otra cantidad de jóvenes que están interesados en ciertas cosas como el emprendimiento. Es bueno que el joven sepa que el emprendimiento es una gran idea, pero también debe saber que es necesario tener conocimientos.
Muchos están pensando que con redes sociales y dar a conocer un producto ya tenemos el trabajo hecho. Un emprendimiento implica proyección financiera, estructura de costos. El joven necesita definir qué quiere en la vida. Yo diría que se puede rescatar que los jóvenes están trabajando y haciéndose conscientes de lo que necesitan hacer para tener un futuro mejor.
Hay personas que dicen “en este país no se puede lograr nada”. A esas personas les pregunto “qué puedes lograr tú en otro país”. Porque hay chicos que dicen que en otro país pueden resolver, pero ahí están las noticias de cómo están las cosas en otros países. Afuera se puede lograr un futuro mejor, adentro también se puede lograr un futuro mejor; pero en ambos escenarios hay un protagonista que eres tú.
– ¿Cuál cree que es el mayor obstáculo para la juventud a la hora de diseñar su proyecto de vida?
– Algo que juega en contra del joven es la inmediatez: quiere los resultados ya. Yo siempre les explico que para usted ser licenciado tiene que estudiar. Tienes que pasar por eso. Para graduarme tengo que aprobar una tesis. Es un proceso. Puede ser más rápido, sí, pero vas a enfrentar situaciones difíciles. Hay que darse cuenta de que todo es un proceso. Incluso, para tener una mentalidad positiva, también es un proceso. La felicidad se logra pasando por un plan. Uno no nace siendo positivo o negativo: eso es aprendido.
-¿Cómo se puede guiar o empezar a trazar un proyecto de vida de forma consciente?
– Hay un grupo que quiere irse y no puede pagarlo. Eso en tu día a día te hará sentir frustración constante. Yo lo vivo con pacientes que, por ejemplo, estudian en universidades públicas. Quiero graduarme, pero puede inscribir solo 2 materias, hay paros, no puedo avanzar más porque no hay profesores. Eso hace que se retrase y lo frustra porque su proyecto es irse cuando se gradúe.
Cuando me toca enfrentarlo les pregunto: ¿te puedes ir ahora? La respuesta es no. Entonces les digo que deben pensar en qué pueden hacer para adelantar, hacer una lista o línea de tiempo. ¿Qué me separa de mi situación deseada? Por ejemplo, quiero graduarme e irme del país. Muy bien. Qué necesito hacer para lograrlo.
Ahí el joven debe hacer un plan: a dónde me iría. Segundo, me quiero graduar. Bien. Entonces inscribe una o dos materias si es lo que hay, pero tú estás avanzando. No te pares. ¿Cómo genero ingresos? Puedes trabajar. Piensa dónde te gustaría trabajar, cómo sería el horario que necesitas para trabajar. Dónde hay un trabajo como ese.
Ese acortar la brecha, buscar tareas, poner metas… Ahí la frustración se convierte en motivación. En metas realizables. Allí yo aplico un positivismo consciente. Me planteo qué acciones debo tomar para conseguir lo que quiero. Siempre pensar qué puedo ir haciendo, qué puedo hacer, qué opción tengo.